lunes, 18 de febrero de 2013

Y la motivación..

Parece que la disyuntiva en los organizadores del currículo en España está entre motivación y esfuerzo.
Unos y otros parecen estar satisfechos con su posición y reducen al absurdo la posición del otro con falacias y exageraciones.
Aprender supone un esfuerzo.
Es obvio. No hay nada que decir ¿o si?. Un adolescente que es capaz de nadar tres horas diarias en una piscina en unos entrenamientos ad-hoc hasta el agotamiento no es capaz de concentrarse 10 minutos en clase de ciencias. Tiene capacidad de esfuerzo, no es uno de ese seres sin voluntad que nos presentan algunos tertulianos.


Entonces si se puede esforzar ¿por qué no lo hace en clase?
La respuesta clásica es que se debe esforzar aunque no quiera, que se tiene que esforzar en una tarea sin sentido por que eso es la escuela, y además en la vida se verá enfrentado a situaciones similares.
Un alumno esforzado de esta manera es posible que aprenda (no es seguro) ciencias pero sobre todo está aprendiendo valores y entre ellos el señalado anteriormente.

Sin motivación no hay aprendizaje.
También es discutible esta frase. Primero habría que asegurarnos que no hay motivación alguna lo cual es harto difícil. Están las notas, el premio del reconocimiento social del profesor y de la clase, está el "ser capaz", etc. Es casi imposible encontrar un alumno exitoso sin ninguna motivación.
Y al acabar si no encontramos motivación alguna (estaríamos ante una especia de alumno-ordenador) a lo mejor podríamos encontrar algún aprendizaje.

Mientras nuestros prohombres se lanzan las palabras motivación y esfuerzo a la cabeza la realidad es mucho más complicada. Los profesores tienen que esforzarse en presentar su trabajo de una manera cercana al alumno, a la sociedad en la que vive, tratar de desarrollar competencias útiles, ser una persona cercana, en definitiva ser buenos profesores y es posible que así logren que sus alumnos estén más motivados. Los alumnos tienen que poner sus energías en el aprendizaje pero en gran medida lo harán si reconocen que este les ayuda a crecer como personas, si reconocen que están ante un reto posible y atrayente.

Podemos ver esta charla del TED sobre el tema de la motivación:


 
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Esta chica podría ser una de nuestras alumnas que se esfuerza poco:

3 comentarios:

  1. Como dicen en el "El blog de TotemGuard" las tres claves que funcionan para conseguir la motivación y un mejor rendimiento son Autonomía, Maestría y Propósito.

    Dichas claves están relacionadas con la adquisición de competencias, y la evaluación de las mismas.
    En las diferentes pruebas, Evaluaciones Pisa y algunas de las de Diagnóstico (dependiendo de la CCAA) aparece como punto de partida un estímulo relacionado con la vida cotidiana para que puedan aplicar sus conocimientos y capte el interés de los alumnos.

    Vivimos en una época en la que predomina la Ley del Mínimo Esfuerzo. Se les da prácticamente todo masticado, persiguen lo que es fácil, lo que no cuesta, lo que no les hace pensar. Pero, en verdad, para conseguir algo en la vida hay que dedicarle esfuerzo.

    Uno de los factores que más condiciona la manera de "aprender" y estudiar de los alumnos es la forma de evaluar, porque, su principal objetivo es superar una serie de exámenes y pasar al siguiente curso.

    Y la pregunta, que se hacen, es: ¿Para qué esforzarme más, si apruebo los exámenes y paso de curso?

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  2. Como se comentó en clase existe una gran polémica entre esfuerzo y motivación, inclinándose hacia un lado u otro dependiendo del partido político que en ese momento este gobernando. Pero, ¿es mejor esforzarse o por el contrario la necesidad de tanto esfuerzo es síntoma de escasa motivación? Y por el contrario cuando existe mucha motivación ¿es necesario el mismo esfuerzo?
    La motivación y el esfuerzo son caras de la misma moneda, ambas son la energía necesaria para realizar cualquier tarea de forma que sus interacciones se suman, así se puede decir que:
    MOTIVACIÓN + ESFUERZO = LOGRAR UNA TAREA
    Buscando por internet he encontrado una página de educación “Cuentos para dormir: cuentos cortos con valores” y me ha parecido interesante uno de ellos que trata la motivación y el esfuerzo, se titula “Popi el Alpinista”.
    Os dejo el enlace…. http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/popi-el-alpinista

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  3. Estoy de acuerdo con Alexandra en el aspecto en que los alumnos que aprueban y pasan las asignaturas no ven ningun sentido en esforzarse más si con eso ya es suficiente. Sin embargo, dentro de los alumnos que no aprueban "porque no se esfuerzan", tendríamos que analizar la situación. En la mayoría de los casos, es muy probable que sean alumnos con las capacidades adecuadas para aprobar la asignatura, incluso con nota. El único problema es que no ven sentido a esa determinada asignatura. ¿Para qué estudiar una fórmula o problema de memoria? ¿Por qué estudiar todo un tema desde principio a fin si nada más realizar el examen se va a olvidar y no va a servir para nada? Quizás son alumnos que se esfuerzan en muchas ocasiones dentro de su vida cotidiana, simplemente que eligen en qué esforzarse. Eligen aquellas opciones que les aporte alegría, entusiasmo, satisfacción... Mientras las asignaturas que impartamos no les haga sentirse de esta forma, no "se van a esforzar". Es muy importante que los alumnos sientan que están aprendiendo, que su esfuerzo les está permitiendo desarrollarse como personas.

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