viernes, 1 de febrero de 2013

Ana Bermejo. "Las competencias clave para ser un buen profesor"


A parte de transmitir conocimientos, la escuela debe ser un lugar donde se transmitan valores. Por tanto, el profesor debe tener una serie de cualidades que permitan el desarrollo final de la competencia que active el aprendizaje de sus alumnos.

Las competencias a desarrollar por un profesor se podrían resumir en el siguiente decálogo de Philippe Perrenaud:

       1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje.

       2. Gestionar la progresión de los aprendizajes.

       3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.

       4. Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo.

       5. Trabajar en equipo: El trabajo en equipo con los demás profesores es fundamental para una correcta organización de los docentes. Además Internet facilita este trabajo en equipo.

       6. Participar en la gestión de la escuela: Tener en cuenta factores que pueden influir en nuestra labor docente, como por ejemplo que los alumnos no pueden estar en clase durante los recreos.

       7. Informar e implicar a los padres.

       8. Utilizar las nuevas tecnologías: Ser docente en el siglo XXI implica la adaptación de los docentes, así como su formación constante.

       9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.

       10. Organizar la propia formación continua

Un tema clave tratado hoy en clase ha sido el nivel académico que deben mostrar los profesores al impartir sus clases. Personas con una carrera no relacionada con la educación, ¿están preparadas para dar clase? Los objetivos de un instituto no son los mismos que los de la facultad y por tanto, lo que nos han enseñado en la carrera no nos sirve para dar clase en Secundaria. Los profesores deben adecuarse al nivel y descubrir qué tipo de ciencia quieren aprender los alumnos.

En primer lugar, el profesor debe adaptar el programa si es necesario. Por ejemplo, un libro de física y química en el que los temas vienen desordenados en función del tiempo, pueden crear una gran confusión en los alumnos. El profesor necesitará para ello un gran conocimiento de la asignatura para ordenar sus ideas en función al desarrollo histórico de la misma, y poder así transmitírselas a los alumnos posteriormente.

En segundo lugar, los profesores deben relacionar los contenidos de los libros con la sociedad. Esto es algo que el profesor se debe preparar a parte, ya que los libros no inciden en gran medida en esta relación.

 Otro tema a destacar relacionado con el anterior, es que en los colegios se tiende a explicar los contenidos de forma sistemática y siguiendo el patrón marcado por los libros. Esta técnica no permite a los alumnos razonar. Por tanto, debemos buscar este razonamiento para que los alumnos sean capaces de encontrar las soluciones a sus propios problemas, sin necesidad de los profesores o las familias. Esta idea la he encontrado reflejada en el siguiente artículo:

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/clima/2013/01/28/el-cambio-positivo-de-paradigma.html

De esta forma, el profesor solo debe ser la guía que contribuya a encontrar el talento de cada persona, conseguir que los alumnos no se conformen, no se rindan y que encuentren su pasión. Todas las personas tienen su capacidad, lo único que deben hacer es encontrarla. Estas ideas las vimos reflejadas en el video de Ken Robinson.

Las personas deben desarrollar su propia solución con un apoyo externo, que somos nosotros,  los profesores. Los alumnos necesitan docentes prácticos y dinámicos, que aporten explicaciones claras que eviten la confusión de los alumnos. Para evitar esta confusión se necesita una buena comunicación, la cuál es una competencia clave que el profesor debe desarrollar.

Además de la comunicación con los alumnos, el profesor debe buscar la forma de implicar e informar a las familias, y debe autoevaluarse constantemente para descubrir en qué debe mejorar para fomentar el aprendizaje de sus alumnos.

Para concluir, un profesor debe transmitir sus conocimientos de la forma más eficiente posible, teniendo en cuenta siempre qué es lo que verdaderamente quieren aprender los alumnos. El docente estará haciendo un buen uso de sus competencias cuando consiga que el alumno se implique y aprenda.

13 comentarios:

  1. En mi opinión la competencia principal de un docente es conseguir que el alumno aprenda de manera significativa, y para ello considero indispensable "la innovación", la búsqueda del interés y la motivación del alumno.

    Si todos los días en clase hacemos lo mismo, se aburren, nos aburriremos hasta nosotros, pero si introducimos poco a poco pequeños cambios, conseguiremos sorprender a nuestro alumnado.

    En cuanto a la innovación, no sólo me refiero a tecnologías innovadoras, también un método tradicional puede ser innovador, siempre y cuando suponga un cambio, una nueva forma de realizar una actividad.

    Un claro ejemplo de la innovación en un método tradicional lo podemos encontrar en la película “El Club de los Poetas Muertos”, en ella, un profesor de literatura es innovador con los métodos tradicionales: un libro, papel y bolígrafo. Pero es innovador porque implica un cambio, una mejora en el proceso E-A, de esta manera los alumnos se motivan porque participan y le encuentran un significado que el profesor ha sabido trasmitirles.

    Aquí os dejo algunos enlaces...

    http://www.youtube.com/watch?v=nC7KdxAYdU4#

    http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=iZExl1ge66w


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  2. Creo que en el actual paradigma educativo son tres las principales actitudes que el docente debe mostrar para adaptarse a las nuevas necesidades: innovar, aprender y compartir.

    La innovación debe tener valor pedagógico y social además de tecnológico y requiere, en parte también, mostrar una actitud flexible al cambio y predispuesta al desafío.

    “Mucha gente pequeña en muchos lugares pequeños harán cosas pequeñas que transformaran al mundo” (Leo Buscaglia)

    Un docente nunca debe pensar que lo sabe todo y siempre debe ser constante su intento por descubrir horizontes desconocidos. En este sentido, el docente que muestra una actitud por seguir aprendiendo es el que enseñara justamente a aprender a sus alumnos y mediante su propio ejemplo hará surgir la motivación por aprender en los que le siguen

    “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.(Eric Hoffer)

    Aunque en determinadas realidades escolares persiste la idea de apropiarse de lo que uno sabe y no divulgarlo, cabe destacar que esta tendencia de individualismo no favorece en ningún caso una actitud positiva respecto a la enseñanza. Todos los grupos de trabajo evolucionan notablemente cada vez que se coopera o colabora y los resultados prosperan mejor y más rápido.

    “Si tienes una manzana y yo tengo una manzana y la intercambiamos entonces tu y yo seguimos teniendo una manzana cada uno. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y la intercambiamos, entonces cada uno de nosotros tendremos dos ideas”. (Bernard Shaw)

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  3. Yo creo que es fundamental para un profesor que quiera desarrollar las competencias necesarias para su profesión, por ejemplo intentar seguir el decálogo que vimos en clase, es ser capaz de adaptarse a los cambios. Los profesores ya no son mero transmisores de información.
    Los alumnos no aprenden de la misma forma que lo hicimos nosotros ni quieren aprender lo mismo, todo ha cambiado excepto las bases en las que se rige el sistema educativo que se mantienen igual a pesar de las infinitas reformas. A esta nueva situación hace referencia Ken Robinson en el video que vimos y para él es la base de la revolución de la educación si no te adaptas a los cambios mueres. Pero esto no es fácil es mucho más sencillo seguir haciendo lo que está establecido.
    Como el papel lo aguanta todo ¿por dónde empezamos a cambiar? No creo que tengamos que abarcar todo desde el primer momento pero yo me plantearía dos retos:
    1. Motivar a los alumnos intentando acercar las asignaturas a los alumnos, mostrándoles siempre que se pueda una relación directa entre los contenidos de la asignatura y su vida cotidiana evitando la típica pregunta ¿Y esto para qué sirve?

    2. Entender los conceptos no aprenderlos, que lleguen a casa con la idea en la cabeza y sepan explicarla para ello haciendo uso de todo el material de apoyo que tengamos, poniendo ejemplos tangibles con su aplicación práctica.
    Con el desarrollo de las tecnologías y el uso que los alumnos hacen de ellas podemos encontrar mucho ejemplo de aplicaciones prácticas relacionadas con los conceptos de física y química que tenemos que explicar.


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  4. Como se ha comentado en clase, aun hay muchos profesores que creen que su única competencia es el dominio de la materia que imparten y tratan de transmitir todos los conocimientos que ellos poseen, sin adaptar los contenidos, ni innovando a la hora de explicar el temario, aun disponiendo de nuevas tecnologías y métodos modernos de enseñanza, siguen dando las clases como se las dieron a ellos cuando estudiaban.
    Se excusan en lo ajustado que es el tiempo para su materia y la gran cantidad de contenidos del temario, además de tachar de ineficaces los métodos nuevos aun sin probarlos.
    Personalmente, creo que no toda la culpa de la falta de competencias del profesorado sea solo de los docentes, ya que a la hora de conseguir el puesto de trabajo solo se valora la capacidad de memorización que tengas, no se valora los métodos de enseñanza que vayas a utilizar ni siquiera te evalúan cuando ya estas trabajando, cosa que en la empresa privada sería intolerable.
    Por esto creo que sería necesaria una evaluación continua del profesorado, ademas de ir informandoles y enseñandoles a utilizar nuevos métodos de enseñanza, para así, ir desarrollando al menos, las competencias indicadas en el decálogo .

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  5. Para ser un buen profesor el tema clave es considerar que tu profesión es importante e intentar ser bueno trabajando.
    Cuando intentas trabajar cada vez mejor te formas, estás motivado, atiendes a todo lo que te rodea... Esto en lo que se refiere a lo que tiene que hacer cada uno.
    Por otro lado estoy de acuerdo con Paloma que la forma de selección del profesorado no creo que sea la más correcta. Habría que valorar las ganas de ser profesor de cada uno evaluando sus ideas, su concepto de educación, su trato con adolescentes... Además de proporcionarles la formación necesaria para ejercer su trabajo cada vez mejor.

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  6. En mi opinión, para ser un buen profesor, lo más importante es querer ser profesor y tener vocación como docente. Entiendo que dada la situación económica actual, todo el mundo intenta labrarse un futuro y busca salidas profesionales en todos los ámbitos, pero si de verdad se quiere que los alumnos vayan asimilando todos los conceptos que deben, al profesor debe de gustarle su trabajo.

    Por otro lado, me parece importante también, que el alumnado no vea al profesor como una persona enemiga (que es como algunos alumnos, entre los que me incluyo, hemos visto a algunos profesores) que intenta suspender, sino como una persona cercana que está ahí para ayudar en todo lo que pueda y que desea de verdad que sus alumnos aprendan y asimilen los conceptos pertinentes.

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  7. Desde mi punto de vista, para ser un buen profesor hay dos ideas clave: tener un conocimiento amplio de la materia y tener ganas de trabajar como profesor, estar involucrado.
    Considero que es imprescindible conocer a fondo tu materia para saber lo que estás dando, cómo darlo, cómo explicarlo, cómo adecuarlo a cada nivel, etc. Por ello considero que los profesores deben demostrar un conocimiento amplio de su materia.
    Por otro lado, deben tener ganas de trabajar como profesores, estar ilusionados, disfrutar con lo que hacen, implicación.
    Pienso que a partir de estas dos ideas el trabajo del profesor puede ser muy positivo, sin necesidad de elaborar listas de competencias.

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  8. Como ha quedado claro a lo largo de las sesiones de clase, es fundamental la formación del profesor. La formación que se establece para ser profesor de secundaria es escasa. Otro aspecto fundamental es la contínua formación y renovación del profesor. Hay que estar en permanente formación, aprendiendo sobre nuevos métodos de impartir docencia, nuevas tecnologías, etc. Para que nuestro mensaje llegue y conecte con los estudiantes es importante que lo hagamos con ganas y motivación, y en un lenguaje cercano a ellos, que lo puedan entender y se interesen por ello.
    Para lograr estos tenemos que estar muy motivados con nuestra labor, implicados con ella, ser dinámicos en el aula (realizar trabajos de tipo expositivo pero también colaborativo, usar ejemplos reales y atractivos para el alumno, utilizar las nuevas tecnologías, etc) y crear un clima positivo en el aula que permita el desarrollo de un aprendizaje significativo por parte de los alumnos

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  10. Desde mi punto de vista no podría marcar una actitud como la más importante de un docente. Está claro que la innovación, la formación adecuada para enfrentarse a conflictos o inconvenientes que pudieran surgir durante nuestra enseñanza, la incorporación de las nuevas tecnologías, dotar de dinamismo a nuestras clases… ayuda al proceso de enseñanza- aprendizaje. No hemos de eliminar el valor que estas características se merecen, pero tampoco hemos de menospreciar otra serie de características propias del profesor entre las que se encuentra la implicación y la motivación por la enseñanza. Mostrar esto último es muy importante no sólo en la forma en la que nosotros nos implicamos en este proceso sino en la manera en la que lo harán nuestros alumnos.
    Si nos tomamos la enseñanza como un trabajo y no como una vocación, los alumnos lo percibirán como una obligación no como una diversión.

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  13. Creo que un buen profesor sería aquel que explica las cosas a los alumnos de forma sencilla, fácil y relacionada con las cosas que nos rodean, porque de esta forma los estudiantes ven y entienden que lo que están trabajando en clase tiene relación con lo que hay fuera de ella y siempre es más fácil acordarse de lo que uno ve con sus propios ojos.

    También los profesores tienen que estar en continua renovación, cambio de impartir las clases...con esto me refiero a que no pase como en alguna asignatura que año tras año el profesor manda los mismos ejercicios, incluso cuando los corrige en el encerado la solución del problema sigue teniendo el mismo fallo que el año anterior, es decir no ha tenido la dignidad de modificar el problema o de corregir la solución para el año siguiente. (Esto me ha pasado en una asignatura que repetí, y a mi no me gustó darme cuenta de ese detalle, porque a mi me ha transmitido el poco interés que ese profesor tenía por nosotros como alumnos.)

    Un buen profesor tiene que saber motivar y entender a los alumnos, hablarles en un idioma que todos ellos entiendan y no marcar esas diferencias que algunos hacen como abismos. (De tal modo, que los alumnos no se atreven a intervenir cuando tienen dudas.)

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