Ya en los años 20 Vigotsky dijo:”En la escuela, el niño no
aprende a hacer lo que es capaz de realizar por sí mismo, sino a hacer lo que
es todavía incapaz de realizar, pero que está a su alcance en colaboración con
el profesor y bajo su dirección y con el resto de sus compañeros”.
De ahí la necesidad de construir un
sólido vínculo entre el profesor y el alumno, en el que el primero aporte la
seguridad y confianza necesarias para romper esas barreras que impiden su
aprendizaje, mientras que a su vez se despierta en el alumnado cierto grado de
admiración y respeto hacia sus profesores. Siempre, sin restar importancia a
las relaciones entre iguales, alumno-alumno, y a la relación entre familia y
escuela.
La existencia de vínculos entre el
profesor, los alumnos y la familia va a estar relacionado directamente con la
creación de un buen clima en el aula, y a su vez con el proceso Enseñanza-Aprendizaje.
Si el clima en el aula es positivo, se estará favoreciendo la seguridad, la confianza,
la mejora de la autoestima, la socialización, la motivación y por último la
aceptación de críticas, es decir se favorecerá la acción educativa.
Es por todas estas reflexiones, junto
a las evidencias empíricas que se comience a valorar en su justa medida la
contribución de estas relaciones al desarrollo cognitivo y social. Por ello, se
empiezan a tomar en cuenta una serie de métodos instructivos, como son los
métodos de aprendizaje cooperativo, frente a la metodología tradicional.
Estas relaciones se fundamentan
principalmente en la COMUNICACIÓN. Siendo la conversación, en el contexto
educativo, mediante la cual tiene lugar el proceso de E-A. Es decir, es a
través de la conversación con el profesor, o entre los alumnos cuando el alumno
aprende de manera significativa. El diálogo y la conversación no sólo
desarrollan destrezas de pensamiento, sino también valores y actitudes.
Como os comenté, he encontrado en un
blog de tutoría llamado “en buena compañía” una interesante entrada.
“Es la conversación, no la clase
magistral!” Aquí os dejo su link:
En él podéis ver el vídeo de Steven Johnson donde habla sobre cuáles
son los ambientes en los que surgen las grandes (y pequeñas y medianas) ideas. Os lo recomiendo!!
Como punto de partida, la creación de un entorno seguro para la enseñanza y el aprendizaje requiere fijar unos límites en el aula, que deben ser conocidos y aceptados desde el primer día de clase, tanto por el alumnado como por el profesorado. Gracias a estas "normas" se consigue lograr una convivencia.
ResponderEliminarPor otro lado, el docente no debe recompensar solamente la realización correcta de trabajos, sino que también, debe reconocer el esfuerzo que supone, aunque éstos no lleguen a la solución. Además, si el alumno siente que el profesor se preocupa por él, aumentará su interés por la asignatura, no se desmotivará y continuará esforzándose en aprender.
No debemos olvidar que nuestra labor como docentes "no es enseñar, sino que aprendan", y para ello es imprescindible que se sientan a gusto. Esto se facilitará a través de una buena relación profesor-alumno.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAcabo de leer un artículo en el que marcaba los puntos más importantes a tener en cuenta en una comunicación efectiva en el aula.
ResponderEliminarMe gusto una expresión que voy a reproducir en este texto: “En la escuela, habrá tantos mapas como alumnos”. Con esta expresión pretende recordarnos un hecho a tener en cuenta al realizar la comunicación, cada individuo representa o interpreta un acontecimiento manera diferente de acuerdo con su óptica.
Para entrar en la visión que tengan de los acontecimientos, es esencial que tengamos una sintonía en la relación con los alumnos, ha de caracterizarse por el respeto y la confianza. Para conseguir esto último, es muy importante tener en el centro espacios para la comunicación, y como nos dijo ayer José Palacios en clase, las horas destinadas a la comunicación con los alumnos cada vez son menores e incluso inexistente, un hecho con el que nosotros como futuros docentes tenemos que aprender a lidiar. A través de este vínculo podemos entrar en el mapa del estudiante para lograr una mayor comprensión.
También marca como un punto clave sobre todo para la resolución de conflictos intentar desarrollar al máximo los sentidos un docente, cuanto más los desarrollemos, mayor habilidad tendremos para captar las necesidades y respuestas de los alumnos. Todos procesamos la información por los sentidos, por lo que hemos de estar alerta.
Hemos de tener en cuenta no sólo estos puntos clave, también los siguientes: todos tenemos recursos para cambiar nuestra comunicación, siempre estamos comunicándonos y sobre todo, en la comunicación hablamos de resultados, no de fracasos.
He estado leyendo varios artículos sobre la importancia de la comunicación en el aula y las relaciones que se establecen en la misma y todos legan a la misma conclusión, de que son el punto de partida más importante en el proceso de aprendizaje.
ResponderEliminarLlama la atención de a pesar de ser tan vital parar la educación , desarrollar ese clima y esa buena relación y comunicación con los alumnos sea tan difícil y se tenga tan poco en cuenta cuando se diseñan los horarios escolares ¿Como vas a tener una relación con alguien a quien tratas en breves espacios de tiempo, a salto de mata?
He encontrado también dos puntos a tener en cuenta ,que pueden ayudar por lo menos al principio a intentar conectar con tus alumnos:
1. La relación entre alumno- profesor no se establece sobre la base de simpatía ni de afinidad sino que es una cierta imposición , es decir tienen que estar allí.
2. La relación entre alumno- profesor es entre personas de distinta edad y grado de madurez.
Parar empezar tener en cuenta estas dos premisas no está mal.
Respecto de lo que estuvimos hablando ayer de la relación entre alumnos, que se había demostrado que la segregación de los alumnos no daba buenos resultados, "los buenos" no mejoran enormemente por estar juntos y "los malos" si empeoran más por estar juntos.
He encontrado este artículo en la presa de hoy sobre el aprendizaje, el titulo es este "los chimpancés aprenden de los que más saben" http://www.abc.es/ciencia/20130131/abci-chimpances-aprenden-saben-201301301555.html
¿Que hay que esperar a que se pruebe científicamente algo que ya está demostrado?
Respecto a la comunicación entre los alumnos y el final del comentario anterior destacar la importancia del aprendizaje cooperativo. A un alumno que nunca aprende las leyes de Newton aunque se las explique 20 veces el profesor, quizás le bastará una sola vez si se las explica un compañero de clase. El lenguaje cercano, así como esa ausencia de presión que puede existir a veces en presencia de un profesor, le permitirá al alumno aprender, incluso entender y razonar. Por ello, para mi la segregación de alumnos no es la mejor forma de conseguir el aprendizaje, ya que debe basarse en la cooperación.
ResponderEliminarFernández González (1995) plantea que la enseñanza y el aprendizaje son dos procesos que se dan en unidad: no existe el enseñar si alguien no está aprendiendo. La enseñanza la lleva a cabo una persona, mientras que el aprendizaje ocurre en otra. Para que esto funcione debe existir por tanto un vínculo entre ambos, que es el que se establece mediante la comunicación.
ResponderEliminarDe aquí se puede concluir que siempre que queramos que haya un aprendizaje por parte del alumno tienen que haber una comunicación por parte del profesor, tanto para transmitir conocimientos, seguridad, para hacer de guía, para acompañar... Todo lo que ayude al alumno a estar en disposición de aprender.
La comunicación se hace estrella para guiar de lo conocido a lo desconocido, de la ignorancia al descubrimiento, al saber.
ResponderEliminarEl habla concreta se manifiesta mediante la palabra como expresión comunicativa. En la actividad escolar es fundamental y alcanza o persigue variadas funciones: su valor y eficacia reside en el uso que de ella se haga. Su valor didáctico radica en el proceso que se origina en el ser humano, en su palabra: despierta ideas, promueve, dirige, orienta. Es un magnífico recurso de acción aplicable a la diversidad de funciones educativas.
Así, la palabra puede ser:
- Recurso de animación: comprensión, exhortación, incitación.
- Requerimiento de conducción: consigna, alocución.
- Procedimiento de enseñanza: diálogo, exposición, narración.
- Usada como ejercicio mental: declamación, exposición, conversación.
- Como forma de subsanar errores: amonestar, enmendar, reprender.
En la Escuela en acción que guía al alumno para contestar a sus necesidades personales e interpersonales. Todos estos aspectos tendremos que tener en cuenta en nuestra futura actividad docente.
Por otro lado, también es importante no olvidarse de que existen multitud de símbolos no verbales y que son tan comunicativos como la palabra (a veces incluso más). En un estudio he visto que indica que hasta un 80 % de nuestra conducta comunicativa es de índole no verbal. Por ello será fundamental tenerla muy presente.
Me parecen interesantes las aportaciones de mis compañeros en cuanto a la comunicación en el ámbito docente, pero me gustaría destacar también el ámbito personal.
ResponderEliminarComo docentes se van a establecer vínculos más allá de la materia en los que seremos un ejemplo, un apoyo y a veces un desahogo...
Hay que darse cuenta que el tiempo que pasan los alumnos en el centro con el profesor a veces es mayor que el que pasan en casa con sus padres.
Tendremos que identificar las necesidades del alumno no solo a nivel educativo sino también a nivel personal para que se cree un clima favorable que facilite la labor educativa. Hay alumnos necesitados de atención, (desde el que se porta mal, para resaltar hasta el que lo hace todo perfecto para sentirse el mejor en algo), otros, necesitados de ser parte de algo.
Para ello tenemos que interactuar con ellos y eso implica el mantener una comunicación biunívoca, fluida, clara y "útil", de nada me sirve que un alumno me diga que no puede hablar en público y al día siguiente le pongo una exposición individual; tendré que intentar que pierda esa desconfianza poco a poco con pequeños gestos, de lo contrario le estaré perdiendo.
Todo esto sin olvidar que nosotros somos docentes y que nuestra misión es guiar y formar a nuestros alumnos.
ResponderEliminarPara promover un clima apropiado dentro del aula conviene recordar con García Morante que “la ejemplaridad constituye un elemento esencial en la profesión del magisterio. En las otras profesiones no hay ejemplaridad, sino pura y simple eficiencia. En cambio, en el docente la eficiencia de la misma profesión viene condicionada por la ejemplaridad, porque la acción del docente sobre el educando no se cumpliría correctamente si el educando -que es sujeto percipiente- descubriera en el docente los mismos defectos o vicios contra los cuales el docente predica”.
Tanto alumno como profesor aportan a la relación su propio marco de referencia, su manera de ser, su intimidad, sus necesidades, emociones y prejuicios, que influyen en sus comportamientos y respuestas.
http://www.youtube.com/watch?v=YM-PS2IeYfk
"La Guerra de los niños"
ANA GÓMEZ
Estoy totalmente de acuerdo con lo que se comenta anteriormente. Es fundamental que exista una buena comunicación dentro del aula con nuestros alumnos. Ya no hay cabida para las clases magistrales donde el profesor es el único que puede hablar y tener la razón. Tenemos que fomentar en nuestros alumnos el sentido crítico, el debate, que se interesen por las cosas que les rodean, por lo que están estudiando...
ResponderEliminarEs muy importante que nosotros como profesores facilitemos un espacion para el diálogo en clase, para conocerles mejor, atender a sus inquietudes y necesidades, fomentando el aprendizaje significativo.
Me parece muy acertada la frase que se cita en el blog de tutoría que ha comentado Rebeca en su post.
"La conversación no es sólo un momento de cosecha; también lo es de siembra. A veces, el aprendizaje llega al cabo de minutos, pero en la mayoría de casos se construye a lo largo de años."